Quizás no era justo que Manu, Luifa, Chapu y también Delfino se despidan con una goleada ante Estados Unidos, pero este equipo también fue eso: saber perder, crecer, levantar la cabeza y seguir.
Lograron cosas imposibles. Desde aplastar al Dream Team dos veces hasta conseguir dos medallas olímpicas. Se ganaron el respeto del mundo entero y mostraron otra forma de jugar al basquet reconocida por los mejores jugadores y entrenadores de la NBA.
Pero lo mas valioso que consiguieron fue algo difícil de lograr en Argentina: dejar un legado. De que juntos siempre va a ser mejor, de que nada es imposible y de que cuando las cosas se ponen negras es cuando más hay que comprometerse.
A la Generación Dorada no le alcanzó el subcampeonato mundial del 2002 que ganó el oro en Atenas 2004. Un triple fallado del Chapu privó al equipo de un nuevo podio en 2006, pero en 2008, sin Manu, el equipo volvió a lograr una medalla. En 2012 se escapó en el final, y en 2016, al menos, Nocioni se sacó la espina con un triplazo para ganarle a Brasil. Siempre fue por más.
Sin embargo, no solo se lograron cosas adentro de la cancha sino que tambien se plantaron ante las autoridades de la CABB cuando las cosas no andaban bien. Si eso no ea dar el ejemplo...
Para adelante, habrá que trabajar y foguear a um grupo de jugadores con calidad pero que todavía deben crecer. A los ídolos, solo queda agradecerles. Quedarán en la historia. Gracias para siempre.
(Ver videos en @misionolimpica)