Los Leones y la satisfacción de concretar los sueños que se planifican



Son las 6 a.m y suena el despertador para Los Leones. Falta un día menos para los Juegos Olímpicos de Río 2016 y hay que ir a entrenar. La situación puede referirse a cualquier día de preparación del último tiempo. No importa qué esté pasando afuera. El objetivo es claro y no hay tiempo para desviarse del camino. Ni tampoco ganas, porque si hay algo que hace a un campeón olímpico, es el convencimiento.

Bajo las órdenes del Chapa Retegui, el plantel realiza una pretemporada en Mar del Plata de dos semanas. Los jugadores corren de 32 a 35 kilómetros por día, según indica el GPS. Si están cansados, se entrena. Si hay dolores, también se entrena. "Cuando el cuerpo se acostumbra a entrenar, no te lesionás", dijo en algún momento el DT. Los jugadores, convencidos, cumplen a rajatabla. Disciplina, otro de los elementos vitales para ser campeón olímpico.

El oro de los Leones no se construyó de un día para el otro. Hubo derrotas, hubo momentos difíciles, se fue subiendo la vara, hubo juveniles campeones en 2005 que se consolidaron en la mayor, hasta que, en 2014, el equipo se subió al podio en el Mundial de la Haya. Todo dejó de parecer "imposible".
La selección fue formando el título olímpico durante años. Lo pensó, lo soñó, se lo imaginó todo el tiempo. El primer paso fue creer que se podía. El segundo, lógicamente, fue trabajar durante todo el ciclo olímpico en lograr el objetivo. Y cuando uno puede alcanzar lo que planificó durante tanto tiempo, el sabor es otro.

Los Leones fueron mejor que todos. Físicamente, Argentina pasó por arriba a todos sus rivales y nunca le importó a quién tenía enfrente. Mostró un juego disciplinado, y jugó el torneo que cualquier entrenador sueña. Perfecto.

La alegría de los jugadores y del cuerpo técnico, lógica por haber alcanzado la histórica medalla, se entiende un poco más cuando se conoce lo que fue el camino previo. Un grupo de hombres unidos por un mismo sueño que pasan miles de adversidades -personales y/o grupales-, dejan de ver a su familia durante mucho tiempo y, al final, se meten en la historia del deporte argentino. Felicitaciones.

(Desde Río) Los valores, la medalla más valiosa de la Generación Dorada


Y el día menos deseado llegó. La Generación Dorada tuvo su último partido en Río 2016, poniéndole punto final a lo que es, hasta hoy, la mejor selección en la historia del deporte argentino.

Quizás no era justo que Manu, Luifa, Chapu y también Delfino se despidan con una goleada ante Estados Unidos, pero este equipo también fue eso: saber perder, crecer, levantar la cabeza y seguir.  

Lograron cosas imposibles. Desde aplastar al Dream Team dos veces hasta conseguir dos medallas olímpicas. Se ganaron el respeto del mundo entero y mostraron otra forma de jugar al basquet reconocida por los mejores jugadores y entrenadores de la NBA.


Pero lo mas valioso que consiguieron fue algo difícil de lograr en Argentina: dejar un legado. De que juntos siempre va a ser mejor, de que nada es imposible y de que cuando las cosas se ponen negras es cuando más hay que comprometerse. 

A la Generación Dorada no le alcanzó el subcampeonato mundial del 2002 que ganó el oro en Atenas 2004. Un triple fallado del Chapu privó al equipo de un nuevo podio en 2006, pero en 2008, sin Manu, el equipo volvió a lograr una medalla. En 2012 se escapó en el final, y en 2016, al menos, Nocioni se sacó la espina con un triplazo para ganarle a Brasil. Siempre fue por más.

Sin embargo, no solo se lograron cosas adentro de la cancha sino que tambien se plantaron ante las autoridades de la CABB cuando las cosas no andaban bien. Si eso no ea dar el ejemplo...

Para adelante, habrá que trabajar y foguear a um grupo de jugadores con calidad pero que todavía deben crecer. A los ídolos, solo queda agradecerles. Quedarán en la historia. Gracias para siempre.



(Ver videos en @misionolimpica)

(Desde Río) Alegrías y medallas, históricas e inéditas


Los días son cambiantes en los Juegos Olímpicos. Una mala jornada se puede revertir al día siguiente y viceversa. A Argentina le pasó, entre otros días, el lunes y martes. 

El lunes había comenzado bien con la clasificación del voley, aunque el cruce con Brasil en cuartos bajó un poco la euforia. Nadie quiere medirse con el local y menos si se trata de un rival muy fuerte.

Por la noche, se terminó de cerrar una jornada para el olvido con la derrota ante España en basquet y la noticia del cruce con Estados Unidos. Luego, la eliminación de los Gladiadores. Todo mal. Sin embargo...


El martes fue un día completo e histórico, como todos los días en donde se consiguen medallas. ¡Y mucho más si son inéditas! Los Leones pudieron dar el golpe que fueron a buscar y están en la final, por primera vez en la historia. Después, el eterno Santiago Lange junto a Cecilia Carranza le dieron al Yachting la medalla que faltaba.

Por cuestión de horarios, Misión Olímpica estuvo en Deodoro, con Los Leones. Lo que se vivió fue, sin dudas, una de las mayores alegrías de los Juegos. Porque nunca se había llegado a esa instancia y por la tremenda demostración que dio el equipo del Chapa Retegui. 

Argentina se llevó puesto a Alemania. Los europeos se miraban entre ellos y no entendían el partido que estaba haciendo la selección. Y en el desconcierto alemán, Argentina aprovechó. Y entraron todas. 



La hinchada cantando sin parar bajo un sol que dejó marcas en la piel de varios, el equipo jugando un hockey de lujo y una medalla más que vuelve al país hicieron que la tarde de Deodoro sea perfecta. Pero no inmejorable: todavía falta la final. ¿Y cómo no confiar en este equipo?

Pueden ver todos los videos del partido en la cuenta de Twitter: @misionolimpica

(Desde Río) Clasificación histórica y fiesta en el Maracanazinho



Río de Janeiro-. El seleccionado de voley no se conformaba con ganarle a Rusia en los Juegos Olímpicos. El objetivo era otro (llegar a cuartos) y no solo se cumplió, sino que haciendo historia y pasando primeros en el grupo. Al menos avanzar de fase era el primero, claro. Ahora van por todo.

Misión Olímpica estuvo en el Maracanazinho (¡Qué estadio por favor!) y la fiesta argentina fue completa. Con el público brasileño gritando "Egipto, Egipto", la hinchada gritó fuerte y le dio el empuje necesario al equipo en el último set cuando los rivales se acercaron.



Los jugadores, emocionados, festejaron con la gente la clasificación histórica y se sacaron fotos con los hinchas que estaban en la primera fila. Bueno, y también con los que violaron permisos y se metieron a la primera fila, en donde había muchos familiares del plantel.

Ver todos los videos y fotos en la cuenta de Twitter: @misionolimpica