Con la vuelta de Delfino, comenzó la ilusión del básquet de cara a Río 2016


El inicio de la preparación de cara a Río 2016 recibe al plantel de la selección de básquet con una mañana lluviosa. Mientras los ocho jugadores disponibles entrenan en el CeNARD, un grupo de periodistas espera por la primera atención a la prensa del equipo, que sumará al resto de los convocados en los próximos días.

La noticia pasa por saber cómo volvió a las prácticas Carlos Delfino, quien es el primero de los jugadores que se acerca a hablar con la prensa y describe el momento especial que vive. "Hace mil días no tocaba una pelota. Son una mezcla de sensaciones increíbles", expresó Lancha, quien retorna a la Selección.

A su vez, consultado por Misión Olímpica, Sergio Hernández, el entrenador de la Selección, mostró satisfacción por ver a Delfino en buenas condiciones durante la primera práctica, ya que manifestó que lo vio "mucho mejor de lo que esperaba por ser el primer día".

Hernández también habló de lo que fue el Sudamericano en el que Argentina finalizó cuarto, teniendo en cuenta que muchos integrantes del plantel tienen chances de estar en Río. "En resultados quedó un sabor amargo. Me gustó cómo jugó el equipo colectívamente, pero creo que tiene que mejorar su cabeza", sostuvo.

Por último, Nicolás Laprovíttola y Selem Safar, también coincidieron en que la vuelta del Lancha es una gran noticia para el equipo, mientras que mostraron sus sensaciones después de lo que fue el primer entrenamiento.

"Para todos los que estamos acá es una alegría enorme ver al Lancha entrenando de nuevo, moviéndose, tirando al aro. Nos va a dar una mano muy grande y esperemos que se acople lo mejor posible", confesó Lapro, quien tendrá sus primeros Juegos después de quedar fuera de Londres 2012. "Es una alegría enorme volver a tenerlo con nosotros y esperamos que pueda estar a punto físicamente", comentó, en tanto, Safar, para Misión Olímpica.

El clima empieza a tomar color de cara a Río y comienza a formarse lo que será el equipo que representará al país en los Juegos, los últimos de una generación que marcó un antes y un después en la historia del deporte argentino.