Santiago Gómez Cora: "Los Pumas están para pelear por una medalla"



El 25 de julio, Santiago Gómez Cora cumplirá 38 años y posiblemente, al pedir un deseo, será que Los Pumas 7, la selección que dirige, se traiga una medalla de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Claro que, para que ese deseo se cumpla, Los Pumas deberán primero atravesar un grupo compuesto por Fiji (candidato), Estados Unidos, y Brasil. En diálogo con Misión Olímpica, Santiago cuenta cómo llega el equipo a los Juegos y también se refiere al presente del rugby argentino, con resultados que empiezan a notarse. ¿Por qué no también en Río?

¿Cómo fue la mini pretemporada en Brasil?
-Uno de los objetivos era estar aislados y tranquilos, en donde solo pensemos en formar un buen grupo. Se dieron con creces todos los resultados, en lo físico, técnico y en lo humano.

El último torneo que jugaron fue el Seven de Londres, ¿qué evaluación hacés de cómo llega el equipo?
-Tuvimos el circuito mundial donde probamos muchos jugadores y sistemas de juego. Fue un año intenso, largo, difícil y con buenos resultados, llegando a un ranking final de la quinta posición, que fue un puesto histórico para este equipo después de 15 años. Estamos muy satisfechos y con mucha confianza para ir a los Juegos Olímpicos.
Y en los Juegos... ¿Para qué está este equipo?
-El equipo está con confianza, lo cual es muy bueno, puede jugarle de igual a igual a cualquiera. Al ser un Juego Olímpico hay más entusiasmo, mismo también porque es cerca de casa. Y sin dudas estamos para pelear por una medalla.

¿Qué pensaste cuando te enteraste de los rivales que les tocó en el grupo? (Fiji, Estados Unidos y Brasil)
-Era un grupo que suponíamos, por rankings. El análisis es que si aspiramos a jugar una medalla hay que tratar de cruzarse con los mejores recién en instancias decisivas. Estados Unidos es conocido, jugamos varias veces (dos este año, una victoria para cada lado), sabemos jugarle y a Brasil lo conocemos perfecto porque es de la región. La contra es que es el local y siempre termina influyendo.

¿Qué significa para ustedes poder contar con Juan Imhoff, quien fuera figura en el último Mundial con Los Pumas?
-Tener a un jugador así es muy bueno, él está con mucha voluntad y predisposición. Lo vimos en Londres y mostró toda su categoría.

¿Cuánto cambia para un jugador pasar del rugby XV a jugar el Seven?
-Cuesta porque los tiempos son otros. En el Seven se cubren varias posiciones en una misma jugada. En XV quizás cumplís una sola función en un plan de juego. En el Seven tenés que hacer varias cosas a la vez en pocos minutos, algo que es muy aplicable en el rugby XV, pero después requiere de una adaptación para jugar con menos jugadores.

En lo personal, ¿cómo vivís el hecho de ser el entrenador de este equipo en la vuelta del rugby a los JJ.OO.?
-Es una responsabilidad enorme pero también un honor. Hay que asumirlo con trabajo y compromiso y que el rugby sea parte del Juego es fantástico, porque el espíritu del Seven es igual a de los Juegos. Los torneos son dinámicos, creo que han acertado con la decisión.

Llegan en un momento muy bueno para el rugby argentino.
-Todo el rugby nacional está creciendo, no es casualidad. Los Pumas siendo cuartos en el Mundial, Los Pumitas terceros en el Mundial Juvenil... Es un trabajo que comenzó años atrás y que hoy tiene sus frutos. Muchas veces no se entendían los planes que ejecutaba la UAR, pero hay que entender que era difícil cambiar todo de un día para el otro.
Como dice una publicidad, al rugby argentino ya no le da lo mismo todo...
-Nunca le dio lo mismo, a nadie le gusta terminar 5º  ó 6º. Todo lo que está pasando es una causalidad. Cuando empezaron los Pladares (Planes de alto rendimiento) no se entendía mucho, luego la polémica por los jugadores profesionales... Todo, con tiempo, dio resultados que se están viendo ahora.

¿Podés abstraerte de la competencia de los Juegos? ¿Se te viene alguna imagen de la Villa Olímpica?
-Me imagino el torneo, trato de pensar en eso para no perder la concentración, el foco. El entorno tiende a desviarte en estos torneos. En otro momento me gustaría ir de hincha, obvio. Vamos a tener esos ratos también. Me imagino entrar a la Villa Olímpica, acomodarnos, compartir el piso con algún deportista. Por ahí te toca un básquet, un atletismo, un Chiaraviglio en el cuarto de al lado... está buenísimo, porque están todos con el mismo entusiasmo.